Las diferentes observaciones que he realizado este año en diversos puntos de Barcelona confirman una expansión y asentamiento de esta especie invasora (Estrilda astrild rubiventris), procedentes de escapes de jaulas en la ciudad. De hecho, se reproduce más tarde que otras, sobre septiembre, lo que explica esta sensación, unida a la dispersión de bandos. Precisamente, el sábado pasado, en el delta del Llobregat contabilicé una gran cantidad de ellos. Una estima muy por debajo alcanza el centenar de ejemplares, Y parece que en estos espacios naturales residuales, cercenados por el cemento y la codicia humana, no se toman medidas de control de poblaciones. Pues, siguiendo con esta pauta de expansión, el jueves por la mañana localicé un ejemplar en la mismísma plaza Catalunya. No lo había localizado antes. Un macho adulto. Curioso, porque tampoco parece un hábitat idóneo, anque como toda especie invasora, su adaptabilidad es elevada.
sábado, 19 de octubre de 2019
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