Hace par de días, nuestro amigo Manuel Pérez, buen conocedor de todos los animalillos que pueden pulular por las charcas y demás superficies acuáticas, pudo identificar algunas especies de tortugas, por otro lado las más habituales en nuestro comercios. La más habitual es la Tortuga de Florida, en su subpespecie Trachemys scripta scripta. Se identifica por sus líneas amarillas en la cabeza, a diferencia de la otra subespecie de Tortuga de Florida, más habitual hasta hace poco en nuestros comercios, la Trachemys scripta elegans. Ésta tiene como gran diferencia la línea roja ocular y en la actualidad está prohibida su comercialización. El asilvestramiento de algunas de sus poblaciones las convierte en competidores de nuestros galápagos autóctonos, devorando fauna también autóctona de nuestras aguas continentales. Manuel también ha detectado ejemplares del género Graptemys, pudiendo pertenecer a la especie Kohni. Manuel localizó ejemplares del género chrysemys (antiguamente género pseudemys). Podrían incluso pertenecer a las especies floridiana o nelsoni, menos habituales en los comercios.
Como curiosidad, la llamada Tortuga de Florida (Trachemys scripta) sea de la subespecie que sea, no posee en este estado americano sus mayores poblaciones. Abunda más en otros estados norteamericanos, en Méjico o en Sudamérica donde es más habitual la ssp. Scripta. Eso sí, la gran mayoría de los ejemplares importados por nuestros comercios, según nos cuenta Manuel, provienen de EE.UU.
Es bien curiosa la ecología/economía de estos quelónidos en el Parc. Todos son abandonados por particulares que no pueden o no quieren hacerse cargo de ellos. A su vez algunos jóvenes los capturan. Así existe un flujo artificial de entrada/salida de ejemplares, cuya variedad reside en la oferta de los establecimientos especializados.
Como curiosidad, la llamada Tortuga de Florida (Trachemys scripta) sea de la subespecie que sea, no posee en este estado americano sus mayores poblaciones. Abunda más en otros estados norteamericanos, en Méjico o en Sudamérica donde es más habitual la ssp. Scripta. Eso sí, la gran mayoría de los ejemplares importados por nuestros comercios, según nos cuenta Manuel, provienen de EE.UU.
Es bien curiosa la ecología/economía de estos quelónidos en el Parc. Todos son abandonados por particulares que no pueden o no quieren hacerse cargo de ellos. A su vez algunos jóvenes los capturan. Así existe un flujo artificial de entrada/salida de ejemplares, cuya variedad reside en la oferta de los establecimientos especializados.
En cuanto a la microfauna del Parc, destacan los ostrácodos y los copépodos, de los que se alimentan los pequeños peces de los lagos. Estos diminutos animales llegan al Parc como huevos secos transportados por el aire. La desecación de los lagos produce la muerte de los adultos, pero los huevos se mantienen en el sustrato hasta que llegan las aguas, sean por una tubería o por las lluvias estacionales.