Ayer fue el primer día en el que se constató en el parc un aumento significativo de mosquiteros comunes (Phylloscopus collybita). Sin alcanzar máximos de otros otoños, sus reclamos de contacto se podían ya oír por todo el parc y hasta media docena se concentraban en zonas donde podían beber y bañarse. Lo mismo courría con las currucas capirotadas (Sylvia atricapilla), al menos una veintena, concentradas en baño y beber agua. No se alimentaban de las bayas del Cotoneaster ni de los frutos de la Washingtoniana, al menos de forma notoria. También resaltar el primer reclamo explosivo del ruiseñor bastardo (Cettia cetti), a los que debemos adjuntar 2 pinzones vulgares (Fringilla coelebs) y una disminución notable de la presencia de petirrojos (Erithacus rubecula), tan solo 4 de ellos.
miércoles, 30 de octubre de 2019
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