ANÁLISIS DEL 2016

De los datos recogidos en la entrada anterior, se pueden extraer interesantes conclusiones. En primer lugar, el número de especies observadas en este parc desde su creación es de 154, una cantidad elevada para un parque urbano dentro de Barcelona. Todo ello contando que este listado recoge tan solo los datos del que aquí redacta y de los demás colaboradores que han enviado gentilmente durante estos casi 15 años. Ubica por lo tanto esta cantidad en el lugar por el que este parc fue diseñado y desarrollado. El arquitecto Miralles quiso aquí establecer una especie de marisma, una mano abierta al mar y el Ajuntament de Barcelona, en aquel momento apostó por un parc ejemplo de biodiversidad mediterránea. Lástima que, con el tiempo, este ideario administrativo haya desaparecido, tratando a este parc por igual a otros de Barcelona. Ya en lo referente en exclusiva al 2016, un mínimo de 84 especies de aves han sido detectadas una cantidad considerable, siendo 28 de ellas de estricto paso migratorio. El resto ocupan parte del año, siendo invernantes o reproductoras cercanas o in situ. En este último caso, el parc sigue "cojeando". Los residentes o reproductores no alcanzan la cantidad y biodiversidad de otros parcs urbanos de menor extensión. Uno de los motivos es la escasa cobertura arbórea y arbustiva, a lo que debe sumarse la intrusión habitual humana o perruna de la misma. Debería potenciarse la plantación de espacios idóneos de arbustos con bayas para aprovechamiento de las aves que, además son económicos y de fácil mantenimiento. A pesar de ello, se han reproducido en el parc 15 especies de aves. Destaca este año por primera vez la cría del Parus ater, Certhia brachydactyla y Streptopelia decaocto. Todos ellos son aves arbóreas que se aprovechan de espacios elevados donde encuentran refugio a la excesiva frecuentación. La maduración de los árboles, plantados hace 14 años, supone también un aumento de la carga trófica y mayor éxito reproductor. Si en este aspecto podemos ser positivistas, en el de aves acuáticas y su reproducción, no lo podemos ser tanto. L'Ajuntament sigue empecinado en desecar el lago anualmente. Y más concretamente en enero-febrero lo que ahuyenta a posibles reproductores como el Anas platyrhynchos (criaba hasta que inició este secado), el Anser anser (se marchó por lo mismo  a la Ciutadella) y Gallinula chloropus. En este último caso, criadora durante 13 años consecutivos, siendo el 2016 el primero en el que no cría. A esta cantidad se suman otros 9 reproductores en la zona de influencia y que se pueden observar habitualmente en el parc. Y entre los habituales no reporductores destacan dos familias. En primer lugar los láridos o gaviotas, observándose un descenso progresivo en los últimos años de Larus ridibundus y asentándose la observación casi diaria, en periodo no invernal, de varios ejemplares de Larus audouinii. En cuanto a los ardeidos, la presencia habitual a lo largo de todo el día de Egretta garzetta, en busca de pequeños peces y reptiles; y la de Bubulcus ibis, más relacionada actualmente con la necesidad de beber agua. Mucho más ocasionalmente la de Ardea cinerea, que con la falta de peces medianos, tan solo visita el parc vespertinamente. Todas estas aves muestran que la colonia de aves silvestres del Zoo de Barcelona no puede tratarse municipalmente como un elemento aislado. Si no que deben de tener un apoyo trófico cercano, como ocurría en este parc hasta el inicio de los vaciados del lago.