Hasta hace una década, el avión roquero era una especie que se acercaba a costa tan solo en inviernos algo más fríos. Pero su situación cambió, invernando en dormideros más costeros y acabando por criar en la propia ciudad de Barcelona. Las observaciones en Diagonalmar han incluido aves en periodo postre productor y en otoño. Y en este invierno, presencia habitual casi a diario, por motivos tróficos. Todas estas citas suponen ocupar buena parte de los meses del año, incluyendo dormideros provisionales en barrios cercanos. Parece que el roquero, ha venido para quedarse.
viernes, 10 de marzo de 2023
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario