Cae el atardecer y como suele ocurrir, las garcillas bueyeras (Bubulcus ibis) que duermen y crían en el zoo, se paran a beber. Hoy hemos batido el récord histórico con 16 ejemplares. Pero poco dura la alegría en la casa del pobre y a los pocos minutos han huido todas volando porque varios chavales se han metido con sus monopatines en las piscinas debajo de los tubos. Esto es lo que ocurre cuando no hay agua. La gente se mete en todas partes. Para colmo, cuando cae la tarde, como no se vigila nada, aparecen los perros sueltos. Hoy hasta 7.
viernes, 21 de octubre de 2022
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