En los últimos meses he recogido algunas citas que apuntan a una posible mejora en la exígua población de mochuelos (Athene noctua). Aunque hay en otros puntos de Barcelona, cuando tratamos especies tan sensibles, por motivoa conservacionistas es mejor no divulgar su ubicación de forma precisa. Dicho esto, estas citas han sido recogidas tan solo en ubicaciones puntuales de la propia montaña y apuntan a una posible reproducción que haya dado lugar a la posterior dispersión postnupcial. Pero que una especie se reproduzca y colonicen sus jóvenes nuevos territorios no supone un éxito "total". Aunque su reproducción es un dato muy positivo, lo es más que esos nuevos territorios, cumplan criterios como el de la seguridad para las aves y la suficiente carga trófica que permita un seguro establecimiento. Mientras tanto, los que paseamos nocturnamente por esta compleja montaña barcelonesa, nos podremos regalar con ese reclamo chillón y agudo de nuestro amigo de ojos saltones.
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