Ayer, la lluvia se precipitaba levemente sobre Barcelona. Y las arquitectas urracas seguían en sus quehaceres. Con algún altercado vecinal, en el que también intervino la hembra. La pareja quiso reivindicar la propiedad del espacio cercano a los contenedores de reciclaje ante la presencia de otra pareja. Las 4 bailaron en el suelo, con reclamos agudos y cortos, más aspavientos resumidos en saltos, apertura parcial de la salas y levantamiento de las colas tornasoladas. Y todo al final con la retirada honrosa de las extranjeras, caminando a pie por debajo de una cancela cerrada.
Pero apartando este incidente, la pareja se ha centrado en seguir con el acabado del nido. Y con un cambio de comportamiento en la construcción. Hasta el momento las ramas o ramitas eran de almez, base vegetativa del nidal. Y eso ha cambiado... La hembra ha comenzado a volar al passeig Taulat a recoger ramitas mucho más pequeñas de la tipuana (Tipuana tipu). Y solo vuela a la base de una tipuana en concreto, donde el macho también volará, como haciendo caso a la diseñadora. Hasta el momento, la hembra esperaba las ramitas en el nido y ahora se dirige y elige las mismas personalmente, siguiendo el macho sus instrucciones... Mencionar que la pareja no duerme en el nido, por el momento en un árbol desnudo que ya comienza a asomar las primeros brotes primaverales.
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