Las urracas siguen sin utilizar su nido para la cría. Las hojas del almez aún no se han desarrollado. Y tan solo acceden al nido un par de veces al día. En estos accesos, la hembra entra en el nido y el macho la sigue hasta dentro de él. Parece como si estuvieran acabando los detalles de la obra, a la que ahora parecen tratar con mayor minuciosidad. Un adulto de gaviota patiamarilla (Larus michahellis) sobrevuela la calle y al modificar su trayectoria una urraca sale del nido y le ataque laxamente, seguida del otro ejemplar. La gaviota se aleja... Parece claro que están por la labor y deberán también acomodarse a la vecina que sale al balcón anexo a su nido a tomar el sol. Se encuentra muy cercana a ese nido, a apenas 5 metros...
miércoles, 8 de abril de 2020
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