El pasado mes de noviembre, la revista Quercus publicó en su sección de Cuaderno de Campo, una nota del parasitismo que observamos, acompañados por nuestro amigo Jordi Cebrian, sobre gaviotas cabecinegras (Larus melanocephalus). Observamos los dos que, en un grupo de palomas y gaviotas reidoras (Larus ridibundus) que se arremolinaban en torno a unos trozos de pan, se acercaba una gaviota cabecinegra. Y que desde su lomo, una paloma parásita de las palomas se introducía en su cuerpo. Un riesgo eso de "urbanizarse" para conseguir alimento más fácil y que no suele ser habitual en esta especie de gaviota... Buscada bibliografía sobre qué especies pueden ser hospedadoras de estas moscas parásitas, no aparece esta especie de gaviota. Quizás, la mosca abandone su cuerpo o quizás llegue a una colonia de cría en el centro / norte de Europa y se consuma una propagación en estas especie. Uno de los peligros a sumar a esta conducta de dar pan a las palomas. Aparece en aquel número de noviembre de Quercus la foto y la explicación, pero obviaron que era la foto una foto en concreto del parc y el autor, situación ya reparada en los gazapos del mes de enero.
jueves, 16 de enero de 2020
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