Estamos en unos tiempos en los que la ciudadanía y las administraciones nos alejamos del racionalismo y nos abrazamos más al romanticismo, buscando colmar nuestras necesidades sentimentales que seguir o perseguir fines científicos. Y todo ello "orlado" en su expresión más barroca y narcisista de las redes sociales. Quizás por esta situación y sus consecuencias sociales, los administradores, en el tema de la biodiversidad, se centran en colmar los deseos de algunos, colocando estructuras en la urbe que poca eficacia pueden mostrar. Entendiendo en mi ámbito que la eficacia se traduce en efectos reales y positivos en la fauna y flora. Para mi, dar imagen no es sinónimo de eficacia ni de justificación presupuestaria. Y en todo esto estamos. Por eso la colocación de rampas en Diagonal Mar, una absurda decisión (no se reproduce nada en el lago hace 10 años por los mismos vaciados del Ajuntament) que se extiende al parc de la Ciutadella, como bien nos ilustra nuestra amiga Eva Gimeno. Si hemos puesto rampas en todos los lagos... ¿Cuánto dinero inútil del contribuyente nos habrán hecho gastar? Cabe decir que en la Ciutadella si que aún se reproducen ocas y ánades y que en algún caso, aunque de forma ocasional, estas rampas podrian ser útiles. Pero SOLO EN ÉPOCA DE CRÍA. El resto del año el sentido de su uso es inverso. Deberían estar guardadas en las zonas de material y en el caso que hubiera pollos ponerlas. Es como colocar grandes insectarios en espacios sin rótulo alguno (o peor, sin volumen de insectos que requieran esos insectarios) o acúmulos de piedras que si bien en ambientes menos artificiales podrían dar cobijo a la herpetofauna, aquí en Barcelona pueden ser aprovechados por los roedores. Lo triste de todo esto es que estos son los mismos técnicos y políticos que permiten el vaciado de Diagonal Mar. O los que dicen que hay que solucionar, después de Gloria, los problemas estructurales de nuestras playas. Creo, viendo lo visto, que la solución a nuestras playas y costas sera más bien "romántica"...
lunes, 27 de enero de 2020
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