En los últimos días se ha contabilizado un aumento notable de la presencia del gorrión molinero (Passer montanus) en el parc. Se ha constituido un bando que ha ido in crescendo en número, llegando ayer a los 27 ejemplares. Una interesante cantidad que supone un récord histórico para el parc y que se convierte en una población, al menos invernante, de importancia para la ciudad de Barcelona. Es de reseñar el comportamiento de este bando. Las aves intentan pasar notoriamente desaparecibidas de la gente con un comportamiento muy retraido, bien alejado de su pariente el gorrión común (Passer domesticus), más confiado. Es habitual ver volar a los molineros para alimentarse en el suelo o beber agua en un charco y, ante la mínima molestia alejada, buscar de nuevo refugio. Mantienen así mismo este bando muy compacto, todas las aves juntas y realizando habituales vocalizaciones que, cuando coinciden en cantidad construyen un melodía/murmullo que dejan escuchar pequeños trinos y notas agudas a modo de canto en bajo volumen.
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