Ya conocemos la "falta de vergüenzxa" que algunas especies han tenido que desarrollar en la urbe para poder seguir sobreviviendo. Una de las últimas y mejor adaptadas es la gaviota patiamarilla (Larus michahellis) que ha sabido explotar al máximo las fuentes de alimento, sea a nivel carroñero o nivel predador, como ocurre con las palomas. Pero en el primer de los aspectos, el oportunista y carroñero esta mañana he visto "un paso más". Junto a la facultad de Geografía e Historia de la UB un par de ejemplares adultos se han posado en tierra y desde el césped de unos parterres se han acercado a unos jóvenes con bocadillo y papel de aluminio en mano. Y a escasos 3 metros han comenzado a reclamarles dulcemente alguna migaja del bocadillo... Las gaviotas ya conocern desde hace años que ese papel de aluminio puede contener alimento y seguramente han observado como la gente se come los bocadillos. Pero un paso más es ya acercarse e implorar parte de los mismos, moviéndose también al desplazarse que los jóvenes lo hacían... Pôr cierto, los jóvenes se han quedado un poco asombrados pero no han caído en arrojar nada de alimento...
miércoles, 9 de diciembre de 2015
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