El lago inferior apenas tiene agua. Tan solo un charquito central del que intentaba escapar una gran y pesada tortuga de florida (Trachemys scripta), con muchos problemas de desplazamiento. Es interesante sentarse en los bancos y contemplar, aunque sea lejano, a las diferentes aves que bajan a refrescarse. Ayer pasaron jilgueros (Carduelis carduelis), verdecillos (Serinus serinus), gorriones comunes (Passer domesticus), palomas torcaces (Columba palumbus) y hasta un joven de curruca cabecinegra (Sylvia melanocephala). Pero el ejemplar más destacadado fue el que presumo que es un híbrido de lavandera blanca y enlutada (Motacilla alba/yarrellii). En resumen ahora este pequeño punto de agua bien recuerda a esas pequeñas charcas tan indispensables bajo el sol de justicia que podemos encontrar por los Monegros u otros espacios áridos de la península Ibérica.
jueves, 16 de julio de 2015
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