Nuestro amigo Joan Guillamon nos envía una foto de un agapornis escapado. Es habitual que se observen aves escapadas de cautividad en ciudades como Barcelona, donde hay muchas. Pero la coincidencia del aumento notorio de observaciones de escapes con las vacaciones de verano apunta claramente a que hay gente que no sabe qué hacer con los pájaros y los libera. Es más fácil que abandonar a un perro. Abres la jaula y ya está. Se desconoce que efectos puede aportar estos escapes que suelen ser vistos como anecdóticos. Las aves de jaula podrían aportar enfermedades a aves residentes urbanas. Aunque en la gran mayoría de ocasiones estas aves poco duran fuera de la jaula y no tienen un final feliz, excepcionalmente algunas se aclimatan a la urbe como fue el caso de la cotorra de Argentina (Myiopsitta monachus) con los efecots negativos que ha comportado.
lunes, 6 de julio de 2015
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