Siempre hay dueños de perros que son respetuosos y llevan a éstos atados por el parc. Y que utilizan, de vez en cuando, el pipi-can. Pero ayer no fue ese el día. Un total de 8 perros sueltos, 2 de ellos metiéndose en las aguas del lago y otro pisando zona recién plantada de césped. Es una pena ver como día tras día los jardineros públicos se esfuerzan en que este parque esté acondicionado y algunos desaprensivos que consideran que el parc es solo para su perro permitan que éstos destrozen el trabajo previo que, por cierto, pagamos entre todos.
Y todo teniendo en cuenta que el pipi-can está no limpio, impecable. Vamos que se podría comer en el suelo... Allí no te encontrarás ni un excremento de perro porque la mayoría de ellos no entran. Por lo tanto, entrar con unos prismáticos es de lo más interesante ya que está rodeado de vegetación y puedes observar mosquitero musical (Phylloscopus trochilus), mosquitero común (Ph. collybita), papamoscas cerrojillo (Ficedula hypoleuca), gorrión común (Passer domesticus), petirrojo (Erithacus rubecula), mirlo cómún (Turdus merula), herrerillo común (Parus caeruleus) y curruca capirotada (Sylvia atricapilla). Todo es un espacio pequeño (el que se ve en la imagen) con vegetación, cierta sombra, agua y sobre todo tranquilidad.
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