Ayer me acerqué a la encina florecida donde había escuchado cantar al mosquitero ibérico (Phylloscopus ibericus) y no tuve tanta suerte. Eso sí, esta encina está repleta de insectívoros. Tan solo en ella contabilicé 4 mosquiteros musicales (Phylloscopus trochilus), 1 mosquitero común (P. collybita) y 3 currucas capirotadas (Sylvia atricapilla). Y en la parte opuesta de la plaza, en otra encina, un macho de curruca zarcera (S. communis) expulsaba a otro y le hacía volar entre la gente a un seto bajo junto a la fuente principal.
jueves, 23 de abril de 2015
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