Este amanecer cantaba en esta plaza, un macho de curruca capirotada (Sylvia atricapilla) en paso ya algo tardío para la especie, según llevo 10 años realizando seguimiento. Parecía hacerle competencia a otro macho cantor, el residente mirlo común (Turdus merula). Y el silencio del momento permitía oír el reclamo de un verderón común (Carduelis chloris). Más tarde, sobre las 11, este macho de capirotada seguía cantando, en tono más bajo. Al localizarlo, en la misma encina había dos mosquiteros musicales (Phylloscopus trochilus). Y añadir un macho de papamoscas cerrojillo (Ficedula hypoleuca) con notorias marcas blancas sobre su pico.
martes, 10 de mayo de 2022
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