Esta tarde, acompañado de nuestro amigo Jordi Cebrian, hemos presenciado la primera oleada migratoria de esta primvera, contabilizando en unas 2 horas a 36 especies de aves. Destaca la observación de un carricerín común (Acrocephalus schoenobaenus), la primera para el parc. Se encontraba en la vegetación palustre de los cipreses de pantano, moviéndose nervioso de aquí para allá, con su pequeño tamaño y esa ceja tan notoria. Ha realizado un corto vuelo a un árbol cercano, donde ha estado brevemente, para posarse por unos segundos al descubierto. Acto seguido se ha vuelto a introducir en la vegetación palustre, de donde no se le ha visto salir. Ante la presencia de esta casi excepcional ave en un parque urbano, debemos recordar que la vegetación palustre del parc no ocupa ni mucho menos su presencia original y que las zonas donde fue plantada ahora recogen extensiones secas de vegetación por falta de mantenimiento del nivel del agua. Sirva su presencia como grito de auxilio ante la carencia de zonas húmedas en esta ciudad.
jueves, 14 de abril de 2022
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario