Después del impactante segado del día de ayer, ya comentado y que demuestra objetiva y palmariamente la falta de formación e información en biodiversidad de los gestores, hoy tenemos segundo plato, también en el día de ayer. A última hora de ayer, el vigilante de parcs i jardins entró de nuevo en la zona de seguridad de aves, esta vez acompañada de una segunda persona que portaba una jaula de mascotas, de las típicas que se usa para llevar un gato, por ejemplo. Saltaron la cuerda, caminaron por la zona de exclusión donde crían aves (lo dice el propio Ajuntament en los carteles que ha puesto), espantando a pollas de agua (Gallinula chloropus) y todo bicho viviente, hasta llegar al final del espacio. Allí, la persona que llevaba la jaula, se metió entre la vegetación palustre, bajó y subió de la misma en menos de 10 segundos. No pude observar si soltó algo ya que la vegetación me lo impedía, por lo que me acerqué al vigilante a preguntarle. No sería la primera vez que alguien suelta animales en el parc no silvestres, domésticos e incluso alóctonos e invasores como ya ocurrió con unos patos, conejos, tortugas de Florida y cualquier bicho sobrante. Y en un parc destinado a la biodiversidad hay que vigilar que esto no ocurra.
El vigilante me atendió amablemente y me dijo que unos vecinos le habían llamado porque había un pato que tenía algo enganchado en el pico. Efectivamente, hay un macho de ánade real (Anas platyrhynchos) que lleva semanas en el parc EN PERFECTAS CONDICIONES, con algo en el pico. Está en el parc, porque sigue a una hembra de ánade real que lleva pollitos, a la espera de su momento o segundo momento.
Teniendo por buenas las palabras del vigilante, lo que hizo esta persona con la jaula demuestra con claridad el total desconocimiento de fauna urbana que existe. Es decir, alguien llama indicando algo, nadie lo revisa, se destina a una persona a acometer un trabajo que pagamos entre todos con el herario público y no consigue un objetivo quimérico. Ha ido para nada...
Bueno, para algo SÍ ha ido, porque al dar yo la vuelta al lago a ver la situación desde otro punto de vista, me encuentro que los 4 pollitos de ánade real (Anas platyrhynchos) han quedado abandonados por su madre que ha volado. Es decir, lo que han conseguido es espantar a los patos y que los pollitos queden indefensos ante cualquier ataque de un depredador.
En definitiva la mala gestión de la biodiversidad por parte de la estructuras muncipales afecta negativamente a éste... Y MIENTRAS, EN EL ESTANQUE DE ABAJO, LOS 5 POLLITOS DE ÁNADE REAL, QUE SI EPUEDEN COGER CASI A MANO, NO SON TRASLOCADOS AL LAGO... Acabarán muriendo... TERCER AÑO DE LAMENTO PARA ESTA ANADE REAL...
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