Esta mañana es de ésas en las que echas en falta la cámara. Una hiperconfiada curruca mosquitera (Sylvia borin) a menos de 3 metros de altura parecía tener curiosidad por el sombrero pajizo de un turista... Eso sí, sin dejar de picotear en una encina de pequeño porte. Mientras la contemplaba a favor du luz y a placer, oía cantar al zarcero común (Hippolais polyglotta) desde el otro extremo de la plaza. Siguiendo el canto, lo he localizado. También, un cerrojillo (Ficedula hyooleuca) y dos musicales (Phylloscopus trochilus), más una hembra de curruca zarcera (Sylvia communis) acompañando a la borin. Recalcar el canto de un macho de verderón (Carduelis chloris) muy cercano en emisión al posadero de ayer de una hembra.
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