Muchas veces y con razón, explicamos que las aves que se aclimatan a la vida en las ciudades así lo hacen porque la misma les otorga alimento, seguridad, etc... Pero estas afirmaciones son siempre globales y deben aplicarse al total de su población. Es el caso de la gaviota patiamarilla (Larus michahellis). Encuentra lugares donde criar seguros y alimento muy variado entre los que se encuentran las conocidas palomas... Pero estas reglas no pueden aplicarse a fooma individual, ya que hay ejemplares, en especial jóvenes volanderos a los que la ciudad les supone un peligro añadido... es el caso de sus primeros vuelos. Y es el ejemplo de esta foto, un pollo recién volandero que habrá saltado del nido a la calle, cercano a la plaça Catalunya. El vivir en edificios rodeados de intenso tráfico supone una mayor mortalidad de estos pollos. No hay más que observar el Cinturón Litoral a la altura de su importante colonia costera de Montjuic, donde es habitual ver aves muertas, atropelladas, y que en ocasiones no son solo jóvenes volanderos. En el lado opuesto tenemos el lago de Diagonal mar, donde los pollos volanderos se concentran y tienen la enorme seguridad de sus aguas (salvo excpeciones incívicas)... Por eso, los parques son importantes también para las aves. Y como también en el caso de la paloma torcaz (Columba palumbus) fotografiada, sus posibilidades de superviviencia, aunque escasas, aumentan mucho más en un parc que en una ciudad "asfaltada"..
domingo, 30 de junio de 2019
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