El viernes por la tarde llovizanba, lo que aleja a la gente del parc, pero permite dar una vuelta en busca de migrantes. En el lago, una treintena de gaviotas patiamarillas (Larus michahellis), a la que se suma una gaviota de audouin (Larus audouinii), confiada que me mira como diciendo... "llueve, pero una persona...". En las pasarelas de cemento cercanas a los cipreses de pantano (Taxodium distichum), 5 machos de ánade real (Anas platyrhynchos) que comienzan a perder el esplendor en su plumaje descansan dormilones... Es probable que la lluvia les haya hecho recalar en sus movimientos costeros.... Me doy una vuelta por los alcoornoques.... En el más cercano al lago, aparece un llamatvio macho de papamoscas cerrojillo (Ficedula hypoleuca). Su dorso es negro azabache, pero su cabeza, intensa de color marrón... Contrastan ambas... No vistas más aves en este punto, me adentro en el parc hacia la Diagonal y en otro alcornoque aparece un mosquitero silbador (Phylloscopus sibilatrix), confiado que no deja de picotear alimento. Presencia tardía para esta especie que este año ha proliferado en la retina de los ornitólogos catalanes. Pienso que quizás la zona más costera del parc, pueda recoger la presencia de algún otro migrante y no me equivoco... Aparece una abubilla (Upupa epops) en la zona de césped cercana a la zona de juegos. El ave, una adulta, está bastante mojada y no deja de alimentarse, como hacen los migrantes... Es curioso que estas aves lleguen a mediados de mayo, cuando las residentes ya han sacado pollos. Es quizás otra ventaja de convertirse en residentes. tener la posibilidad de más polladas y perpetuar más su genes...
lunes, 27 de mayo de 2019
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