Tras las lluvias del viernes, había que ir al parc a primera hora, antes de la presencia continua de personas y canes sueltos. Y como ocurre, siempre hay sorpresas. Levanté de tras el montículo a un preciooso macho de oropéndola (Oriolus oriolus)... Se posó brevemente entre la vegetación y desconfiada como siempre, al verme de lejos buscó refugio entre las ramas de los chopos, donde se perdió. Tan sólo realicé una foto, de mala calidad del ave en cuestión... Entre las ramas de los alcornoques, seguimos localizando a más de una decena de mosquiteros musicales (Phylloscopus trochilus) por más de una decena, en un paso histórico, por lo continuo y cuantitativo del mismo. Se oían también al menos a 2 mosquiteros papialbos (Phylloscopus bonelli) en diferentes puntos. Y a ellos hay que sumar un par de papamoscas cerrojillos (Ficedula hypoleuca), más otra ave con rasgos de hembra de collarino (F. albicollis). Esta sí la tengo fotografiada y en breve colgaré foto y comentario, ya que hay ejemplares que no pueden determinarse visualmente. Anotar también la presencia de un carricero común (Acrocephalus scirpaceus).
lunes, 6 de mayo de 2019
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