El viernes por la tarde, localicé, gracias a su canto (no puede ser de otra forma...) a un mosquitero ibérico (Phylloscopus ibericus) que se alimentaba en una encina (Quercus ilex). Compartía árbol con mosquiteros comunes (Phylloscopus collybita) y musicales (Ph. trochilus). Se trata de la 4º observación de la especie en el parc, especie que, curiosamente, no existía taxonómicamente hablando, cuando se inauguró el parc en el 2002. Todos estos hallazgos, de los que algunos llaman "la biodiversidad oscura" nacen poco de la observación, sino de estudios de ADN, por lo que se puede entender que es casi imposible poder identificarlo si no se escucha su canto... Por cierto, ya se ha determinado con claridad la diferenciación, dentro de esta especie, de 2 subespecies... La más al sur, que cría en incluso en Marruecos, Ph. ibericus ibericus y otra más norteña que cría en el norte de la Península Ibérica, Ph. ibericus biscayensis. De lo que se deduce que las observaciones realizadas mayoritariamenten en Cataluña cooresponderían a esta última... Pero dejando de lado a esta especie, más migrantes localicé el viernes. Ya he colgado en entrada anterior las imágenes de un precioso macho de colirrojo real (Phoenicurus phoenicurus) y que también fue observado el sábado, casi siempre alimentándose de pequeños insectos. A estos 2 migrantes deben de sumarse 3 machos y 1 hembra de papamoscas cerrojillo (Ficedula hypoleuca)... 2 de los machos presentaban ya su plumaje totalmente en periodo reproductor... Curiosamente, al siguiente día, todas estas aves, a excepción del colirrojo, habían marchado del parc...
lunes, 9 de abril de 2018
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