Ayer por la noche pasé por el parc y estaba "alegremente" inundado. Todos los caminos colmatados de agua. recordemos que los mismos son de tierra en su mayoría. Lo que podría a muchos urbanitas parecer un desacierto, para los conservacionistas o amantes de la naturaleza sencillamente, nos parece tna solo un más de nuestra natura. En las ciudades, a veces, es enecesario, que la climatología nos "ponga en su sitio" (eso sí, sin que cause daños...). Y este parc, diseñado a modo de marisma por el arquitecto Enric Miralles, necesitaba agua... Ya que el propio Ajuntament no sabe como solventar los graves problemas que lo afectan y que hace años impiden que sus zonas húmedas estén a pleno rendimiento. Ya se sabe, construir es bonito, mantener es tedioso... Por cierto, esta entrada era para comentar que contabilicé 60 ánades reales (Anas platyrhynchos) posados ayer, muchos de ellos en las orillas cementadas, sabedores que las láminas de agua, extendidas allende sus volúmenes artificales, les protegían de perros y personas noctámbulas... qué también las hay.
viernes, 20 de octubre de 2017
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario