El sábado sobre las 7h00' me acercaba al parc. Los días previos de caida de temperaturas y cielo muy encapotado (no llovió en el parc, mala suerte) podían presagiar la llegada de nuevas aves, ya migrantes. Cuando llegué, las puertas estaban cerradas y no se abrieron hasta las 7h23'. Este periro de 23 minutos, me permitió, desde el exterior, contabilizar a 6 garcetas comunes (Egretta garzetta), dispersas, alimentándose. También observar como las palomas torcaces (Columba palumbus) se alimentan tranquilamente en el suelo y beben agua de los charcos que quedan en el lago mayor sobre la cascada; por cierto, una imagen algo penosa, sobretodo para los turistas que la fotografían... Ya de primera hora, van entrando gaviotas reidoras (Larus ridibundus) desde la costa, de forma dispersa. Vienen a pasar la mañana, llegando a 34 ejemplares. Desde las afueras, se observa a una gaviota de audouin (Larus audouinii) posada en los tubos, tranquilamente. Y sorprendentemente a las ocas (Anser anser). Están allí desde las 7h00'. ¿Habrán pasado la noche en el parc?. Interesante...
Siendo una de las primeras personas que entra en el parc, encuentro más aves de lo habitual aprovechando el estrato más bajo. Hasta un herrerillo capuchino (Parus cristatus) se alimenta en las partes más bajas de una arbusto, apensa a un palmo del suelo. Junto a él, me aparece el primer mosquitero musical (Phylloscopus trochilus), con un radiante colo amarillento. Decido comenzar a fijarme en las copas de los árboles y en los chopos del pipi-can, localizo a otro mosquitero musical, al ser expulsado por un carbonero común (Parus major). En los mismos pollancres, 3 mosquiteros papialbos (Ph. bonelli), uno de ellos joven se alimentan frenéticamente.
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