Ayer por la tarde el paseo era casi obligado... y más que recompensado. Nada más prospectar el lago inferior ya localicé en pocos metros a un ruiseñor común (Luscinia megarhynchos), a 4 papamoscas cerrojillos (Ficedula hypoeluca), a un mosquitero musical (Ph. trochilus) y a dos currucas mosquiteras (Sylvia borin), todos ellos en apenas 20 metros de transecto.
Me dirigí entonces a la zona de juegos musicales pero allí había operarios haciendo mucho ruido y decidí centrarme en las inmediaciones del lago mayor. En sus aguas, lo habitual últimamente, una polla de agua (Gallinula chloropus), un macho de ánade real (A. platyrhynchos) y 31 gaviotas patiamarillas (L. michahellis). Pero lo más notorio, sin duda, era la gran cantidad de migrantes que se movían por todo el arbolado existente. En esta zona pude localizar a un papamoscas gris (Muscicapa striata), 2 hembras de colirrojo real (Ph. phoenicurus), un mosquitero papialbo (Phylloscopus bonelli), 2 currucas mosquiteras (Sylvia borin) y a cinco papamoscas cerrojillos (Ficedula hypoleuca).
Me encontré más tarde con nuestro amigo Joan Guillamon que también estaba disfrutando con el importante número de migrantes. Nos pareció ver un gorrión molinero (Passer montanus) y coincidimos en algunos apsectos como el descenso de los gorriones comunes (Passer domesticus) en la zona. Joan me advirtió que había visto en la zona de los cedros de pantano a una curruca zarcera (Sylvia communis) y a una curruca mirlona (Sylvia hortensis) bañándose. Después de despedirme de él me marche a esta zona y disfruté por pocos minutos del aluvión de mosquiteros musicales (Ph. trochilus) que entraban y salían del baño. Llegó a haber cinco en tan solo un cedro de pantano. Y entre ellos apareció como un gigante una hembra de curruca mirlona (S. hortensis) con el plumaje seco y que se dejó ver claramente apenas unos segundos volando en busca de mayor refugio a la encina cercana. Antes de marchar, un macho de curruca zarcera (Sylvia communis) comenzó a cantar desde un árbol cercano y pude localizar a un macho de zarcero común (H. polyglotta) en la parte más elevada de una encina. Y todo esto en apenas uno hora, sin tener tiempo de visitar otras zonas como el pipi-can que siempre es más que productivo. Quizás algunos de esots migrantes queden hoy en el parc, aunque parece que las condiciones meteorológicoas les serán benignas para proseguir su migración.
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