A primeras horas de la mañana, sobre las 7h30' en la plaça Catalunya algunas gaviotas patiamarillas (Larus michahellis) aprovechan el revuelo de las hambrientas palomas (Columba livia sp.) para capturar alguna y desayunar. Y esto ocurre a diario. Generalmente tan solo obsvero a un ejemplar o como mucho a dos comiendo palomas a esa hora. Aunque excepcionalmente, un día contabilicé a seis de ellas. Lo "cotidiano" es que en estas últimas 2 semanas he visto en 3 ocasiones la misma escena. Un adulto de patiamarilla que ha transportado a su presa ya muerta a una fuente de las más pequeñas, la existente entre la plaça i el portal de l'Àngel. Allí remoja a la paloma que queda más limpia pero sobretodo más blanda. Y puedes pasar caminando a apenas 3 metros de la escena sin que la gaviota suela abandonar su presa.
viernes, 23 de mayo de 2014
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