Ayer puede localizar en las encina de la plaça Catalunya, sobre el abarrotado suelo de turistas, a varios jóvenes de jilguero (Carduelis carduelis) reclamando inistentemente. Coincidió esta observación con otra de una pareja de verdecillos (Serinus serinus) alimentándose en el suelo adoquinado de la entrada de la parroquia de Santa Anna a pocos metros. Y es que las aves se acomodan a cualquier tipo de ambiente.
viernes, 23 de mayo de 2014
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