Ya es sabido que las cotorras argentinas (Myiopsitta monachus) quitan habitualmente el pan a las palomas domésticas. Su habilidad y mayor inteligencia se suman a unas patas prensoras que le permiten coger trozos de pan y volar a un árbol cercano. Además su musculatura hace que estos trozos de pan tengan pesos considerables en relación con su cuerpo. estas adaptaciones aseguran mayor alimento y mayor índice de superviviencia y éxito reproductor.
Pero esta mañana he observado algo muy interesante. Hay otras palomas, mucho más grandes, las torcaces (Columba palumbus). Y esta mañana he observado como una pareja se acercaba a un nido de cotorras de donde se llevaban algunos palitos. Las cotorras se movían rápidas entre el ramaje, pero sin volar. Y las torcaces se han llevado los palitos. Ya sabemos de la gran capacidad que tienen las cotorras de aportar ramas a sus nidos. Y de la dificultad que le puede comportar a la torcaz el recogerlos para el suyo... Pues parece que algunas torcaces ya han encontrado solución.
Pero esta mañana he observado algo muy interesante. Hay otras palomas, mucho más grandes, las torcaces (Columba palumbus). Y esta mañana he observado como una pareja se acercaba a un nido de cotorras de donde se llevaban algunos palitos. Las cotorras se movían rápidas entre el ramaje, pero sin volar. Y las torcaces se han llevado los palitos. Ya sabemos de la gran capacidad que tienen las cotorras de aportar ramas a sus nidos. Y de la dificultad que le puede comportar a la torcaz el recogerlos para el suyo... Pues parece que algunas torcaces ya han encontrado solución.
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