Estos días en los que la suave llovizna primaveral hace acto de presencia, son sin duda alguna días especiales en el devenir de las aves del Parc de Diagonal Mar.
La fina lluvia aleja a los comodones paseantes, habituales tan solo cuando el tiempo es benigno al paseo. Es en ese momento, si la precipitación no es intensa, cuando el naturalista urbano se siente más libre. Pasea, solitario, acompañado por la humedad que flota en el ambiente. Como si hubiera pagado una entrada VIP a un espectáculo diseñado en exclusiva para él. Los zapatos se mojan... Los pies se humedecen... Y el andar parece más apegado a la tierra... Aunque sea en una pequeña porción de naturaleza artificial, dentro de una loca urbe mediterránea...
Y mientra su pensar se desliza en hechos vanales, buscando la solución a dilemas irresolubles, las avecillas, duendes que aparecen con la lluvia y el frío primaveral, van haciendo de las suyas.
En el lago inferior, rodeada de bellos lirios amarillos, una hermosa garza real (Ardea cinerea) intenta pasar desapercibida ante la presencia del naturalista. Me mira, como pensando, "quien será este chalado que se moja bajo la lluvia. Yo, que me he detenido en mi vuelo prospector, empapada por el agua, mientras mis pollos del zoo esperan que vuelva con su pitanza diaria".
La tranquilidad del momento queda reflejada en la imagen que tomo con mi Lumix. Una bella estampa que aisla a la garza y puede transportarla a cualquier lugar natural protegido de toda Europa. Pero no nos confundamos; estamos en la Ciudad Condal, rodeados de edificios tremebundos de cemento, vidrio i desprecio a lo más esencial de la vida que los rodea.
2 comentarios:
Hermosa foto y comentario. Felicitaciones
Gracias Fernando,
Esta imagen está tomada en el mismo lugar donde fotografiaste al Martín pescador (Alcedo atthis) en tu visita a Barcelona. Es decir, es el estanque que hay entre la calle Taulats y el mar. Ahora se encuentra exhuberante con la vegetación verde crecida y esa pincelada amarilla de los lirios.
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