El martes apareció en vuelo primera gaviota
reidora (Larus ridibundus)
postnupcial en el parc. Un ejemplar de 1er año, con barra terminal negra en la
cola, pero con caperuza achocolatada. Se adelanta por lo tanto unos 10 días a
lo habitual, primeros de julio, si bien no hay que descartar que pertenezca a
poblaciones reproductoras cercanas, como por ejemplo las del delta de l’Ebre. De
hecho, tan solo entró unos 5 minutos, inspeccionó el lago mayor y quizás viendo
la falta de agua marchó rauda. El descenso de agua supone alteraciones en la
conducta de otras aves. Por ejemplo, llegaron en diferentes momentos 2 garcillas bueyeras (Bubulcus ibis) que siempre beben desde
la base de los tubos y no llegaban apenas al elemento acuoso. Entró una gaviota de audouin (Larus audouinii) que bebió algo de agua
y se marchó, mientras un niño ya jugaba al fútbol dentro del lago mayor. Pero
no todo es negativo, ya que llegó el primer grupo familiar de gorrión molinero (Passer montanus) buscando agua e interrelacionándose con los gorriones comunes (Passer domesticus). Mientras, en el lago inferior se produce una
extinción masiva por la ausencia de agua. Los posibles peces, cangrejos y algún
que otro batracio, se quedan sin
agua y mueren. Tan solo resta un caldo espeso formado por algas que bien
recuerda alguna imagen aérea de las que últimamente se ponen de moda de grandes
espacios naturales tipo “Okavango”… aunque, como comentaba en anterior entrada,
este parc en estas condiciones no puede “venderse” como zona húmeda.
viernes, 23 de junio de 2017
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