Ya no es tan habitual como en años anteriores la observación de la gaviota reidora (Larus ridibundus) en plaça Catalunya. Puede deberse o bien a sus descensos poblaciones como invernante o también a la presión turística, con tanta gente. A mediodía no suelen verse, o como mucho un par de ejempalres. De buena mañana hay algunas más, con más tranquilidad y atraidas como otras gaviotas por la abundante comida que dejan un par de personas. Pues ayer por la mañana había un ejemplar adulto con anilla PVC roja, de procedencia centroeuropea. No he podido leerla porque no tenía el material adecuado en ese momento.
sábado, 4 de febrero de 2017
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