El domingo por la mañana me acerqué al parc sobre las 8h00'. Mala hora ya, porque los perros campan a sus anchas. A pesar de ello, algunas observaciones, siempre de aves arbóreas. Nada menos que 6 machos cantores de verdecillo (Serinus serinus) en el parc y otros 5 en la zona de influencia. También cantaban los jilgueros (Carduelis carduelis), un verderón (Carduelis chloris) y reclamaba en vuelo un pinzón (Fringilla coelebs). Pero no eran los únicos cantores. Al menos 2 currucas cabecinegras (Sylvia melanocephala) parecían insistirles con sus cantos a otras 3 capirotadas (Sylvia atricapilla) que el parc es su dominio. Un macho de mirlo común (Turdus merula) que lleva días cantando desde los árboles de los toboganes insistía a primera hora. Y en las aguas del parc, 14 reidoras (Larus ridibundus), una garceta común (Egretta garzetta), una pareja de ánades reales (Anas platyrhynchos), una lavandera cascadeña (Motacilla cinerea) y un martín pescador (Alcedo atthis) posado... hasta que se ha metido en la zona el primer perro, cuando todo ha volado. El lago mayor aún posee parte de su extensión sin inundar y esto da pie a perros y personas a bajar a esa zona, ahuyentando a las aves. Aprovechando, esta mañana me ha dado por contar los perros que he visto en el parc, y otras cosas... He contabilizado 11 excrementos de perros, sin buscarlos (habría mas...). Y un mínimo de 63 perros, 54 de ellos sueltos, entre ellos un doberman, sin bozal. Ni un solo policía y dentro del pipi-can, 1 solo perro, todo ello entre las 8 y las 9h35'. Y para finalizar en el lago inferior, otro doberman suelto..,. Es evidente que los letreros están para hacer bonito y que la mayoría los incumple y la administración también al no actuar ante estas irregularidades repetitivas.
domingo, 26 de febrero de 2017
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