Quedan pocos migrantes, pero ayer en la plaça Catalunya, en lo alto de una encina, cantaba un macho de zarcero icterino (Hippolais icterina). Después de escucharlo cantar, me costó casi 20 mintuos localizarlo y poder observarlo de forma cenital, observándose las patas azuladas y esas primarias más largas que las del zarcero común (Hippolais polyglotta). Esta especie ya se observó el año pasado en la misma plaza y atrajo a algunos ornitólogos que pudieron disfrutar de este ave antiguamente más escasa.
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