Después de algunos años de sequía continua, el agua vuelve a inundar la zona de juncos, donde en algunas ocasiones se habían visto algunas especies de aves palustres de interés. También el volumen de agua en la zona superior de la cascada mayor permite su caída. La situación actual revierte la carencia de agua en este espacio y es fiel al deseo del arquitecto Miralles que proyectó el parc. En relación a esta situación realicé alguna gestión hace unas semanas. Hablé con un par de personas al respecto, también interesadas en volver a dar al parc el esplendor que tenía antaño. Y envié a l'Ajuntament por escrito una queja/sugerencia el pasado 28 de abril. El 5 de mayo me dieron una respuesta con una serie de justificaciones de la situación actual desde la Direcció de Serveis del Cicle de l'Aigua. Pero parece que se han "puesto las pilas" y lo han arreglado en pocos días. Por eso hay que agradecerlo ya que además no es solo mejora para las aves sino porque es evidente que este parc se encuentra desangelado sin estos elementos acuáticos, situación que en el ámbito turístico tampoco es nada deseable ya que muestra la imagen de una ciudad descuidada, rodeada de hoteles de lujo, rascacielos costosos y oficinas de alto standing.
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