Ayer por la tarde, localicé entre el bando de patiamarillas (Larus michahellis) una gaviota de Audouin (Larus audouinii) bañándose en el lago. Y en los tubos tan solo una gaviota cabecinegra (Larus melanocephalus) adulta que estaba anillada con PVC blanco, de procedencia francesa. De nuevo, dos garzas reales (Ardea cinerea) posadas que mostraron claro interés cuando una persona comenzó a lanzar pan a las palomas. Desafortunadamente, todas las gaviotas volaron de los tubos por el acceso de dos personas que se hicieron selfies. Esta zona si no se puede llenar de agua por la sequía, debería estar vallada por la propia seguridad de las personas que acceden a la misma y para evitar responsabilidades civiles que pagaríamos todos en caso de accidente grave. Para completar las molestias y las infracciones a la normativa municipal, contabilicé a 9 perros sueltos en una hora. Incluso estaba yo buscando mosquiteros en la chopera del lago, cuando llegó una señora y me soltó el perro a menos de dos metros mío, comenzando a lanzarle la pelota de tenis como hace todas las tardes. En fin, lo de todos los días, impunidad ante la indolencia de nuestra administración que dice prohibir pero que prohibír, no prohíbe nada.
viernes, 17 de noviembre de 2023
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