Tanto los seguidores de este blog como los visitantes del parc conocen el estanque natural seco, una zona que se encontraba siempre inundada hasta como mínimo el 2017. Luego dejó de aportarse agua, para eso tiene sus tuberías y el Ajuntament en un retorcimiento interesado de la situación, comenzó a manifestar de forma repetida que ese estanque se llenaba con el agua de la lluvia. Completamente falso tal y como le rectifique al Gerente del distrito en el último Consell de Barri, donde insistía en esa falsedad. Enric Miralles diseñó esa zona como húmeda de forma continua con una vegetación palustre como el carrizo o el cedro de pantano. Y al tener agua así se mantuvo hasta el 2017. Pues bien, con los datos que recojo en mis censos puedo afirmar que en el mes de septiembre de 2023 he contabilizado nada menos que un 71% menos de aves en ese estanque. La vegetación palustre ha fenecido, los cipreses languidecen y ahora encontramos una vegetación invasora ruderal y de secano. Este es el resultado de la gestión de este parque refugio de la biodiversidad. Miedo daría pensar si no fuera un refugio.
miércoles, 22 de noviembre de 2023
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