El jueves por la tarde, sobre el cemento del lago de Diagonal Mar habia una decena de lavanderas blancas (Motacilla alba) picoteando en los restos de barro. Una de ellas llegó a pescar una gambusia. Pero entre ellas me llamó mucho la atención una que mostraba laterales cenizas muy marcados, por lo que armé de paciencia hasta que se acercó a un lateral del lago, para verla mejor. Pude hacerle algunas fotos y darme cuenta que no tenía unas patas en buenas condiciones. Lo que más destacaba eran esos laterales cenizas muy marcados y extendidos. Recordemos que hace años, sobre estos plumajes en gradientes, ya se identificó, gracias a expertos a un híbrido. Y tenía una extensión mucho menos reducida en sus flancos. Finalmente, el ave protagonista se arregló el plumaje y pude apreciar su obispillo más negruzco. Se puede observar en la foto la intensidad negruzca, aunque la propia ala ensombrece y esconde la tonalidad.
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