Generalmente hablamos de las aves y algunas especies botánicas relacionadas con las mismas. Pero es necesario en ocasiones hacer apuntes resumidos de la flora existente, ya que en algunos casos es de interés. Por ejemplo, hay una planta que se parece a un mirto y a la que las palomas torcaces (Columba palumbus) están asociadas en enero y febrero, comiéndose sus frutos. Gracias a nuestro amigo Marc de Parcs i Jardins, ahora conocemos que se trata de la esepcie Raphiolepis indica, variedad minor. Una planta, como decía Marc parecida el mirto y que atrae no solo a las torcaces, sino también a los mirlos (Turdus merula). Sus drupas son de color negruzo amoratado y tienen una solo hueso o semilla en su interior, siendo tragado por ambas especies de aves. Nuestro amigo Jordi Cebrian nos comenta que este color, apunta a la existencia de importantes antioxidantes en su composición. Pero no queda ahí la cosa ésta de la botánica. Nuestro amigo Manuel Pérez nos comenta que ha localizado en el estanque a la acuática Chara galioides, una especie carófita propia de humedales estacionales. Como ocurre con este estanque... Y para acabar con una trilogía botánica, no quiero dejar de apuntar la existencia "malvada" del plomall o Cortaderia, especie invasiva de espacios abiertos y que colonizó hace un par de años el estanque. Todos estos apuntes botánicos, deberían de añadirse a la flora espontánea que cada año crece en el parc, gracias a la nueva política de biodiversidad que las permite estar. Muchas gramíneas de éstas son utilizadas por multitud de paseriformes para alimentarse, como ocurre con el gorrión molinero (Passer montanus) o el exótico e invasivo pico de coral (Estrilda astrild). Y es que la existencia de una diminuta planta, en ocasiones es la diferencia entre la existencia o no de un paseriforme que las aprovecha.
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