El viernes pasado seguíamos con esa tendencia de carencia manifiesta de especies más habituales en estas fechas. No han llegado los petirrojos (Erithacus rubecula), ni las currucas capirotadas (Sylvia atricapilla) ni los mosquiteros comunes (Phylloscopus collybita), al menos en las densidades habituales del otoño. Y estamos ya en noviembre. Como "volumen ornitológico" sí que era un pequeños espactáculo, visualizar a unos 300 estorninos pintos (Sturnus vulgaris) revoloteando frenéticamente en las copas de las palmeras Washingtonianas, aporvechando la gran cantidad de frutos que dan estas palmeras. Así estuvierno hasta unos 15 minutos, cuando de repente todos quedaron en silencio y realizando maniobra evasiva desparecieron del parc.... Visto lo visto, me dirigí al mar a ver si había novedades. Lo más anecdótico un cormorán moñudo (Phalacrocorax aristotelis desmarestii) volando hacia Sant Adrià y 9 garcetas comunes (Egretta garzetta) al atardecer, del Besòs al Zoo.
lunes, 5 de noviembre de 2018
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario