Las poblaciones de águila imperial se recuperan lentamente en la Comunidad de Madrid. El éxito reproductor de parejas en ambientes propicios hace aumentar la población. Y los ejemplares jóvenes buscan nuevos territorios, en muchas ocasiones no tan propicios para la reproducción. Como bien nos apunta nuestro amigo José Liarte, estos ejemplares jóvenes seleccionan espacios donde se aposentan por un motivo fundamental. Las altas densidades de conejo. Pero no todos estos territorios, donde sí hay recursos tróficos, son o parecen propicios para una probable reproducción. Cuando estos ejemplares jóvenes se convierten en adultos, parecen mantener cierta querencia a esas zonas con abundante conejo. Y quizás la existencia de pocos espacios naturales adecuados obliga a estas majestuosas aves a intentar reproducirse en espacios que no son adecuados. Adjunto una imagen de un ejemplar junto a su probable nido. Un nido que se encuentra a unos 50 metros de una carretera muy concurrida y a unos 300 metros de un nucleo habitado por varias cientos de personas. Y en un punto muy accesible, con una ruta para ciclistas. Quizás las imperiales se estén quedando sin espacíos más adecuados para poder intentar la cría. Y comento intentar ya que la imagen ha sido tomada en noviembre, en una zona donde las parejas construyen varios nidos y donde los adultos se mantienen juntos todo el año, quizás por mantener ese territorio y que no le sea arrebatado. Lo que parece probable es que en estas circunstancias estas parejas tienen más posibilidades de fracasar en sus intentos. Y es que, como en el caso del lince ibérico, no es solo que aumente la población, si no tener espacios ambientalmente adecuados.
martes, 20 de noviembre de 2018
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