Hemos tenido este año un otoño más bien de recorrido corto... Hace pocos días nos fijábamos en este blog en las hojas de los chopos, aún colgantes de sus peciolos.. Pero el viernes estaban ya todas prácticamente en el suelo, conformando la típica estampa de alfombra... En las ramas, ya casi desnudas, 2 carboneros garrapinos (Parus ater), 3 herrerillos comunes (P. caeruleus) y más alejados mitos (Aegithalos caudatus) y cantando un carbonero común (P. major). Una buena representación de páridos urbanos en una minúscula chopera urbana.. En las aguas del parc, vuelo raudo de un martín pescador (Alcedo atthis) y presencia de nuevo del ruiseñor bastardo (Cettia cetti). El cielo, grisáceo, casi cenizo, no permitía casi vislumbrar color alguno en la silueta de un cormorán grande (Phalacrocroax carbo) que volaba hacia el Besòs. O la llegada de varias garcillas bueyeras (Bubulcus ibis) que se posaban en los tubos de cemento, de forma mucho más confiada de lo que lo hacen habitualmente...
lunes, 13 de noviembre de 2017
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