La verdad es que llevamos un par de semanas en el parc en las que se te quitan las ganas de ir a pasear. De hecho, diría yo, la gente este verano está dejando de acudir, quizás por los motivos que voy a relatar y que se han dado todos en menos de 15 días... Para comenzar parece ser que este año se ha inciado la campaña de suelta de animales domésticos antes de tiempo. El lunes un gato siamés de pelaje negro y el jueves otro de pelaje crema... muy carcanas las zonas de suelta, quien sabe si del mismo dueño... Los gatos pueden hacer mucho daño a la avifauna, aunque estos domésticos en primera instancia les provocan sencillamente, pánico... A esto tenemos que sumar el bajón del nivel del agua de la semana pasada que fue solucionado temporalmente pero que el jueves volvía a bajar en el lago superior. Esto permite el acceso de la gente y perros al lago y la ausencia de aves. Sumando por cierto la agonía de animales acuáticos en el lago inferior, donde ven bajar el nivel, dando lugar a una especie de pasta de algas, donde deben de estar muriendo animales... y porqué no decirlo, campo de cultivo para mosquitos. Luego, el propio Ajuntament, manda tweets vendiendo la imagen de "zona húmeda"...
Pero es que además, las intrusiones al lago han aumentado, sea porque hay poca agua, sea porque los turistas se creen con el derecho de hacerse fotos caminando por las pasarelas de cemento o los tubos metálicos... Llegará quizás el día en que alguien se caiga y se rompa algo y encima denuncien a l'Ajuntament por no prohibir expresamente algo que ya se ve que no debe estar permitido. A todo ello en Sant Joan, llegamos a la verbena y al lanzamiento de petardos en el parc, asustando entre otros a aves acuáticas que reciben cercanas detonaciones en al menos un par de casos de forma intencionada. A ello hay que sumar las actividades perrunas de dueños que dejan sueltos sus perros, ahora no solo para correr o ladrar a la gente y a las aves, sino también para bañarse. Porque hace calor, lo que a la vez comporta un problema higiénico más grave al poner los dueños a beber agua directamente en la fuente que hay al lado de los columpios, observándose como los canes, insisto acompañados de sus dueños, lametean insistentemente el grifo de donde luego beberán nuestros hijos. Y ni que decir tiene que ha existido un aumento del número de defecaciones de perros por el parc, aunque también hay que reconocer que hay dueños que recogen las suyas regularmente. Además hay partes de vegetación que con anterioridad impedían el acceso a personas y que debido al trasiego y al mal uso del espacio están desapareciendo, quedando dañada la vegetación. En definitiva, estamos ante un perfil social cada vez más dañino, que consiste en que una pequeña parte de la población hace mal uso del parc y por consiguiente daña a la mayoría de ciudadanos que además, pagamos esta situacion con nuestros impuestos o con la incapacidad municipal de solucionarlo.
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