El martes por la tarde me desplacé hacia el espigón del Bogatell para verificar cuantos cormoranes moñudos (Phalacrocorax aristotelis) restaban en esas piedras. Pero antes, pasé por la pineda de la Marbella. Allí localicé a un macho de reyezuelo listado (Regulus ignicapillus), a 1 reyezuelo sencillo (R. regulus), a 2 mitos (Aegithalos caudatus) y a 1 carbonero garrapinos (Parus ater). Una buena reprsentación de los páridos que han bajado a la costa este invierno.
Ya en el espigón, tan solo había 1 joven de moñudo. Posado, parecía sentirse intranquilo ante tanta soledad y acabó volando hacia el Port de Barcelona a las 17h55'. parece pues que este dormidero ya casi desaparece, cosa normal, ya que las aves se desplazan a sus lugares de cría.
En el mar también 2 alcatraces (Sula bassana) adultos y más de 20 cormoranes grandes (Ph. carbo) unos volando hacia el Port de Barcelona y otros posados en las boyas de señalización. Presencia de bandos de gaviota reidora (Larus ridibundus) posados en la playa o en su orilla, por más de un centenar. Y entre ellas, unas 20 cabecinegras (L. melanocephalus) algunas con plumaje reproductor.
Y después, ya en Poblenou, llegué a la plaça Ignasi Juliol, donde hace ya 3 años como mínimo que cría el herrerillo capuchino (Parus cristatus). Allí estaba la pareja que parecía nerviosa por la presencia de un carbonero garrapinos (Parus ater) que cantaba sin cesar.
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