El pico de coral (Estrilda astrild) es uno de los ya tan nuevos recién llegados a nuestras zonas naturales. Observado ya en los años 90 en el delta del Llobregat, y formando grupos compactos que se mueven por el cañaveral es una ave en expansión. El jueves pasado en esa zona, contabilicé 23 de ellos. Y ya hice referencia de un nutrido bando de más de 50 en la gola del Besòs a inicio de año. Y este mismo sábado, en La Garriga contabilicé un mínimo de 60 ejemplares. La especie coloniza espacios ya lejanos de los lugares habituales del litoral y comienza a adentrarse en nuestro territorio, eso sí siempre cercano a ambientes donde tenga fácil acceso al agua. Aunque sorprende la cuantía de ejemplares en la Garriga para una zona interior.
lunes, 8 de febrero de 2016
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