Ayer por la tarde, una gaviota sombría (Larus fuscus) sobrevolaba el colegio CEIP Fluvià cercano al parc de Diagonal Mar. Se trataba de un adulto y aprovechaba restos de alimento que había en el suelo de un solar abandonado, igual que hacen en esa misma zona las gaviotas patiamarillas (L. michahellis). La sombría se posaba en unas farolas y evitando el ataque de las patiamarillas conseguía recoger los restos de un croissant. No es habitual observar en esta zona cercana un ejemplar de sombría... Pero lo curioso es que hay un edificio cercano todo acristalado donde el ave se veía reflejada, pensando que era un congénere. Cuando se veía reflejada se acercaba hasta casi tocar los cristales de forma repetida. Un comportamiento no imitado por las patiamarillas, residentes y que ya deben de conocer que estos cristales no son más que espejeos.
viernes, 24 de enero de 2014
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