El parc, inaugurado en septiembre de 2002 se planteó como un espacio de marismas y amplia vegetación acuática con una diversidad botánica muy interesante. Pasados los años, las roturas de tuberías, sumado a la apatía de la administración por invertir en un mantenimiento adecuado supuso la pérdida de láminas de agua y la muerte de esa vegetación acuática, alguna muy valiosa como la desaparecida Butomus umbellatus, una planta de la que solo quedan dos poblaciones silvestres en Catalunya. Pero hablar sin dato, siempre supone la mala intención de algunos por demostrar que uno no tiene razón. Pues cualquiera puede coger el google maps, medir lo escaso de la actual, casi residual, vegetación acuática y la zona donde ha desaparecido. Y esto, no tiene nada que ver con la sequía. Que no nos engañen... Pues realizando una mediad de las zonas que aún quedan vegetadas, concentrada en el lago, se miden solo 400 metros cuadrados. Y si medimos los espacios donde ha desaparecido esa vegetación o donde está muriendo desde hace años por falta de agua la superficie asciende a 3100 metros cuadrados. Es decir la vegetación acuática ha desaparecido en un 88% o si alguien quiere ver la botella llena, tan solo nos queda un 12% de vegetación acuática. Un drama por la desidia de la administración.
martes, 12 de diciembre de 2023
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario