Diagonalmar no es un parc que se caracterice por una elevada variabilidad entomológica. En primer lugar, es un parque urbano aislado, no conectado ni en proximidad con zonas naturales o forestales. Esto hace que la gran mayoría de insectos que lleguen sean alados. Además, buena parte de su floración es alóctona, buscando lo ornamental. Todo esto no ha impedido que en los últimos años lleguen algunas especies que se han asentado. Este proceso parecía en aumento hasta hace dos años. Ahora no solo se ha paralizado sino que ha disminuido esta presencia. Muchos pueden ser los factores, pero no parecen asociados a la gestión humana del espacio. Quizás sea algo más global o la sequía y aumento de temperaturas. Sea como fuera, el otro día encontré a un par de escarabajos de la especie Trichoides apiarius, escarabajos lobo que se alimentan de las larvas de las abejas que hay en sus colmenas.
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